miércoles, 30 de marzo de 2011

Valorando las capacidades

        Hace poco trate de hacer un FODA personal y no saben lo complicado que me resulto, sobre todo en la implementación de acciones para potenciar debilidades. Sin embargo me quedo la duda de ¿qué tan cierto pueden ser esas mis fortalezas? y ¿cómo me ven o qué ven los demás en mi? , pero es raro permitirnos hacer estas preguntas, sobre todo si somos subordinados en alguna organización. Nuestra cosmovisión dominante no lo permite por una obvia razón nuestra ideología de escasez.
Hemos vivido colmados de un exceso de asistencialismo y de una preocupación obsesiva por el control,  la autoridad y el poder sobre otros, que incluso ha impedido que esa obsesión se convierta en fuente de crecimiento y de transformación. Hemos llegado a niveles casi patológicos que nos ha impedido ser capaces de empatizar, de ponernos en el pellejo de otros, llegando incluso a perder toda delicadeza y tino para solidarizarnos con el otro… Es urgente revitalizar una ética de responsabilidad, que nos demanda el desarrollo de una sensibilidad muy fina para percibir cuestiones que no somos, para nada, capaces de reconocer. Capaces para ser compasivos, para reconocer nuestros errores y debilidades, capaces para sentirnos parte del universo, de una misma vida y una misma humanidad.
       El poder es una de las dimensiones que difícilmente logramos trascender. El poder dominatorio, el poder excluyente y coherente con la ideología de la escasez.  El poder visto como algo  por lo cual hay que competir y luchar con otros para poseerlo y hacerlo propio.El poder sentido como algo que me permite asignar a otros mi visión del mundo, mis verdades y mis deseos, mis intereses y mis sueños, mis utopías, imponiendo mi voluntad sobre sus proyectos y protagonismo. Es el  poder   la posición catalizadora que mengua las fortalezas y capacidades de otros y resalta el individualismo basado en el miedo…
                Lo más valioso es el número y la forma de lograrlo es dando órdenes precisas, presionando para acción, supervisando estrechamente y un eficaz sistema de castigos y premios. El gerente o director es el guía, el maestro, el que sabe y piensa. La autoridad se centraliza en el gerente cuya función es dirigir a otros para que logren la meta esperada. Su trabajo es saber y como es quien sabe, no se vale discrepar. Si la persona da el número es recompensada. Si se comete un error es sancionada, por lo tanto el error se esconde los más posible…
                Esta profunda forma de razonar sobre el universo y de buscar imponer nuestra voluntad a toda costa nos ha conducido a un creciente divorcio entre procesos y metas, y a un profundo quiebre interno en nosotros que nos produce infelicidad, dolor, angustia e insatisfacción.
                Esto lo estoy viviendo en carne propia en PEMEX  tratando de introducir una visión nueva, desarrollando una  cultura de reconocimiento y aprendizaje, en donde la participación voluntaria de cada trabajador es de ser menos objeto y más sujeto; 1) ganar control sobre su propio proyecto de vida, 2) integrarse a proyectos de desarrollo en los cuales los sectores excluidos se constituyen en el chivo expiatorio de sistemas que muchas veces producen más marginalidad de la que disuelven, 3)aumentar el grado de autoestima  “gregaria” mediante un mayor reconocimiento por parte de los demás (necesidades y capacidades propias), etc. Todo esto tiene que ver con un reconocimiento de nuevos recursos, fundamentalmente sinérgicos….
       Por otra parte, me fascino!!! La consultoría homeopática lo relaciono  con el nuevo enfoque que le estoy dando a mi carrera profesional por un lado mi horticultura pedagógica con mi grupo comunitario y por otro   la pedagogía empresarial (en PEMEX).
Una forma de educación más amplia y más elevada respondiendo a una necesidad social en donde la labor del educador no es la de un maestro de aritmética o de gramática, sino la de un horticultor o de un médico… Corrigiendo el juicio y procurando un desarrollo feliz  utilizando  con este propósito recursos de arte y vocación. Y al mismo tiempo descubriendo así,  la fragilidad y la indigencia de la educación… en una época de crisis moral...

2 comentarios:

  1. Me parece muy interesante lo que mencionas sobre el FODA, y me quedé reflexionando en lo complicado que suele ser identificar y tener presentes nuestras capacidades sin concentrarnos únicamente en aquellos "defectos" o mejor dicho áreas de oportunidad.

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  2. Me encantó tu reflexión. Vamos a continuar en ella en la clase de hoy, ¿De acuerdo?

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